Entrevista a Valentín Arteaga

Es el Prepósito General de los Clérigos Regulares desde el año 2003. Reelegido recientemente en el Capítulo de Iranzu para continuar en el cargo hasta el 2015, es el mayor representante de la Orden Teatina en el mundo.
Nació en Campo de Criptana, España, en 1936 y desde ese momento su vida estuvo marcada por la fe en Cristo y el compromiso social con los más necesitados.
Como complemento de su vocación sacerdotal, Valentín es, además, un poeta reconocido. Ha escrito más de veinte libros de poesía en los que habla a Dios, de Dios, desde la cercanía de la vida cotidiana y por los cuales ha sido galardonado en varias oportunidades.

1. Por su experiencia, ¿Cómo fue nacer en España durante la Guerra Civil?
Soy, en efecto, un niño de aquella nefasta e incomprensible Guerra Civil Española. Mi generación creció en medio de dificultades de todo género: carencia de lo necesario para vivir como pan y vestido. Más aún en mi casa: mi padre murió en el frente de batalla y mi madre, con su hijo de poco más de un año, se vio obligada a buscarse el sustento a base de las tareas más humildes.

2. ¿Cuál es el mejor recuerdo de su infancia? ¿Y el peor?
El mejor recuerdo, un amanecer en el campo. Me llenó de un asombro que he llevado y llevo dentro de mí toda la vida.
El peor, que me robasen el primer par de zapatos que acababa de estrenar al comienzo de las fiestas patronales del pueblo. Como quiera que sentía los pies doloridos, me descalcé y en un descuido llegaron otros chicos y me quedé con los pies desnudos. Vale.

3. ¿Cuál fue el punto de partida en su relación con Dios? ¿Cómo vivió el proceso de elección de la vocación sacerdotal?

Mi relación inicial con Dios fue muy sencilla. En casa. Principalmente gracias a una hermana soltera de mi madre que vivía con nosotros. Ella me contaba sucedidos de la Biblia, que todavía recuerdo con devoción.
Acerca de la Vocación Sacerdotal, ésta se hizo patente muy naturalmente. Un día vino al colegio un cura de la parroquia y nos preguntó a los chicos: ¿Alguien de ustedes quiere irse al Seminario? Levanté la mano y dije: Yo mismo, oiga. A partir de entonces entré de monaguillo y me puse en contacto con los seminaristas y los curas de la Iglesia.

4. ¿Por qué en la Orden de Clérigos Regulares?
No hubo ningún porqué. Digamos que la Providencia de Dios me hizo señas con la mano. Contaba con 21 años de edad y había hecho estudios de magisterio. Me causaron mucho interés y una enorme curiosidad los teatinos.

5. ¿Qué significa para usted ser actualmente –y desde hace un buen tiempo– el Superior General de los Teatinos?
Servicio, nada más. Se bien que el Señor me ha puesto en este cargo para alentar y, en la medida de mis pobres capacidades, ir fortaleciendo la comunión fraterna. Y la vivencia del Carisma.

6. ¿Cuáles cree que son los principales defectos y virtudes de la Iglesia de hoy?
En sí misma, como decía San Cayetano, la Iglesia es santa. Por eso son incontables sus virtudes: el testimonio de vida de tantos cristianos, clérigos y laicos, que están viviendo el seguimiento de Jesús hasta las últimas consecuencias en la periferia del mundo, en los lugares de intemperie, en los monasterios, ahí en la parroquia del barrio…
Los defectos de la Iglesia son los nuestros: ese divorcio entre fe y vida, una liturgia a veces vacía de compromiso, mero devocionalismo, la distancia aún en algunas partes de la jerarquía del pueblo, muchos sacerdotes que dan la impresión de ser meros funcionarios…

7. Teniendo en cuenta los valores que el mundo actual promueve para los jóvenes, ¿Qué consejos les daría?
A los jóvenes he dicho y diré siempre: Sed soñadores, abrid caminos nuevos, cread pensamientos, tened el coraje de romper estructuras caducas, no tengan miedo a la renuncia y al sacrificio.

Algo más personal:

8. Conociendo sus antecedentes literarios, además de los varios premios que ha recibido por sus publicaciones. ¿Qué lugar ocupa la escritura en su vida? ¿Qué es para usted la poesía?
En mi vida el arte de la escritura y la poesía se han ido haciendo desde el principio hasta hoy mismo un modo de ser y, por eso también, una forma de mirar dentro y fuera. Y a Dios mismo. Cuando es verdadera, la poesía remite indefectiblemente a Dios.

En pocas palabras...

9. Una deuda pendiente: Darle gracias a Dios con toda el alma.

10. Lo que más le llame la atención del mundo actual: Su despiste de lo esencial.

11. El peor sentimiento: Jamás he tenido malos sentimientos.

12. Su mayor logro: El último: Que uno de mis hermanos Sacerdotes haya querido ponerse en cura de su desesperanza.

13. Vivir en comunidad es: Una verdadera gracia. Debo a Dios Padre el regalo de vivir con los hermanos con los que me ha correspondido estar bajo el mismo techo y dejarnos alentar por el Espíritu Santo.

14. El estado actual de su ánimo: De serenidad llena de optimismo.

15.
Le tiene miedo a: El desamor.

16. La libertad es: Poder querer más a Dios y a la gente.

17. Sonido favorito: El rumor y el chasquido de las olas del mar.

18. Un olor: El del pasto recién cortado.

19. Persona que haya marcado su vida: Mi madre. Por su capacidad de sacrificio, valentía, humildad y silencio.

20. Un sueño: Que un día todos los niños del mundo puedan cantar en coro habiendo comido antes juntos.

21. Si pudiera definirse en una frase, ¿Cuál sería?: Un mendiguillo de cariño, que disimula serlo con un par de bromas y algo de buen humor cuando puede.

Algunos Datos Biográficos

1936: Nace en Campo de Criptana, Ciudad Real.
1947: Ingresa al Seminario Diocesano de Ciudad Real
1953: Interrumpe los estudios del Seminario para ingresar en Magisterio.
1956: Recupera los estudios en el Seminario de Clérigos Regulares de Palma de Mallorca.
1963: Se ordena Sacerdote en Roma, licenciándose en Teología Dogmática por la Universidad Gregoriana.
1972: Se da a conocer como poeta con el libro “La esperanza del barro”
Junio de 2003: Es elegido Prepósito General de la Orden de Clérigos Regulares mientras era Provincial de España.
Junio de 2009: Es reelegido como Prepósito General de los Teatinos para el sexenio 2009-2015.

No hay comentarios:

Publicar un comentario